3.- FACTORES Y AGENTES DE INTEGRACIÓN
¿Qué
agentes y elementos , de manera determinante, inciden en el proceso de
integración educativa del alumno ciego y deficiente visual?.
1.- FACTORES Y AGENTES INTERNOS
Estos
factores se localizan dentro de la propia escuela y son los que tienen
un mayor peso en la inclusión de los alumnos con necesidades educativas
especiales, dentro de su propio contexto. La integración educativa del
alumno ciego o deficiente visual es competencia colectiva de la
institución escolar en su conjunto. El éxito de su participación
educativa radica, en efecto, en que todos los elementos del centro
escolar, profesionales y materiales actúen de conjunto, sobre la base de
un proyecto global de centro, colectivamente asumido.
A) El profesor de aula
Es
la pieza clave en el proceso de inclusión educativa. Es necesaria una
honda convicción de que la participación del alumno con discapacidad
visual es posible en el contexto escolar.
De ahí la importancia
de poder recibir una formación inicial y permanente en aspectos
evolutivos y educativos de la deficiencia visual así como informarle de
las prestaciones y servicios específicos complementarios a su labor
educativa.
La presencia de un alumno con baja visión o ciego le
obligará a realizar ciertas modificaciones organizativo-didácticas que
pueden resumirse en los siguientes puntos (Martínez Liébana, 2000):
- Ha de hacer uso de medios alternativos a los usuales para el cumplimiento de los diferentes objetivos curriculares,
-
Ha de atender, en cada momento, al ritmo con que el alumno realiza las
diferentes tareas escolares, -Ha de permitir la instalación en el aula
de instrumentos y material didáctico específicos,
- Ha de verbalizar cuanto escriba en la pizarra,
- Ha de reiterarle la presentación de información,
- Ha de ser flexible en la elección de los sistemas de evaluación,
- Ha de animar al alumno a la participación en clase y a la interacción con sus compañeros,
-
Ha de considerar al profesor de apoyo como un elemento esencial dentro y
fuera del aula, con el que ha de cooperar y coordinarse continuamente.
Los
profesores deben conocer las actividades más adecuadas al momento vital
de los alumnos. siguiendo a Nesbitt y Howard (1974), necesitan realizar
una serie de actividades para completar un desarrollo adecuado con su
edad: habilidades motoras, educación física, conciencia del propio
cuerpo, desarrollo de la autoestima, desarrollo de los demás sentidos,
interacción, conciencia e integración social, comprensión y expansión
del entorno, actividades recreativas individuales, seguridad de un
entorno en el que experimentar emociones, aumentar la sensación de
independencia, educación sexual... El profesor se debe acercar en
existencia total, proporcionándole medios funcionales para actuar sobre
su ambiente, en el marco de actividades y rutinas cotidianas (Van Dijk,
1965c).
B) Recursos y estrategias
Para
promover estas habilidades, se utilizarán unos Recursos e implementarán
una serie de Estrategias. Se deben realizarse una serie de
modificaciones metodológicas, que pueden ser de dos tipos: inespecíficas
(aplicadas al conjunto de la clase facilitan la inclusión del alumno
pero no le afectan solo a él, aunque estén promovidas por su causa) y
específicas (se utilizan cuando el alumno presenta dificultades para
asimilar determinados contenidos con los mismos procedimientos que sus
compañeros).
Entre las modificaciones inespecíficas, que además
benefician al conjunto, están: utilización de un lenguaje preciso y
explicativo por parte del profesor; decir en voz alta lo que se escribe
en la pizarra; verbalizar la información visual que se da en el aula;
acompañar con expresiones orales el lenguaje de gestos que se suele
utilizar en la comunicación, favoreciendo el enriquecimiento del
vocabulario, para todo el conjunto del alumnado y no solo para el alumno
con deficiencias; introducir conceptos nuevos a partir de elementos
concretos para llegar a la abstracción para asegurar el significado de
las palabras evitando el verbalismo.
Cuando estas
modificaciones inespecíficas no sean suficientes para superar las
dificultades o para alcanzar aspectos no incluidos en el currículum
ordinario pero sí en la adaptación curricular, por haber sido
consideradas necesarias para la evolución del alumno, entonces
implementaremos unas modificaciones específicas, que serán las que
permitan al alumno acercarse al resto de sus compañeros con las mismas
oportunidades. Estas modificaciones específicas son sistema braille y
materiales tiflotecnológicos, principalmente.
C) El currículo. Las adaptaciones curriculares
Los
alumnos ciegos o deficientes visuales, debido a su carencia sensorial,
precisarán fundamentalmente adaptaciones de acceso al currículo. Estas
son de dos tipos:
a) Adaptaciones del entorno físico: referidas a
los cambios materiales que hay que realizar en el aula y en el centro
escolar para garantizar una adecuada integración física del alumno. Por
ejemplo:
- organización fija de los distintos elementos y advertencia expresa en caso de modificación de los mismos,
- puesto escolar con espacio suficiente para manejar el material,
- conocimiento exhaustivo de las diferentes zonas por las que ha de desenvolverse el alumno,
- eliminación de obstáculos y barreras arquitectónicas que impidan la accesibilidad,
- posición en el aula en lugar avanzado,
- previsión de espacios donde el alumno vaya a recibir algún apoyo,
- adecuada iluminación,
- pizarra suficientemente visible.
b) Provisión de recursos técnicos:
destinados a garantizar un adecuado acceso y reproducción de la
información: libros, materiales en relieve, máquina de escribir
braille,…
Estas adaptaciones de acceso al currículo han de ir
acompañadas y reforzadas con la aplicación al alumno de ciertos
programas específicos de extraordinaria importancia: Lectoescritura
braille, Estimulación visual, Rehabilitación Integral (Orientación y
Movilidad y Habilidades de la Vida Diaria), y Tiflotecnología.
D) Los compañeros
Los
compañeros del niño ciego o deficiente visual son el primer estrato de
la sociedad en la que progresivamente él ha de integrarse. Del
aprendizaje y de las experiencias que tenga en ese primer nivel
dependerá, en gran medida, el desarrollo posterior de su integración. De
ahí, precisamente, la importancia de propiciar entre ellos
interacciones positivas de respeto, comprensión y mutua solidaridad.
Por
otra parte, si la metodología de enseñanza que pone en práctica el
profesor de aula es participativa y cooperativa, el alumno ciego puede
recibir de su compañero vidente ayuda y apoyo, al mismo tiempo que
proporcionarla él mismo, lo que generará sin duda un enriquecimiento
mutuo y un considerable incremento del nivel de autoestima personal.
Esto se corrobora con algunos estudios e investigaciones sobre el nivel
de aceptación y el tipo de relación más frecuente que se entabla entre
alumnos ciegos y videntes en aulas ordinarias. Otras destacan con toda
claridad, el papel fundamental que en la integración del alumno ciego o
deficiente visual desempeñan sus compañeros videntes, así como los
beneficios extraordinarios que para ambos reporta la interacción mutua.
2.- FACTORES Y AGENTES EXTERNOS
La
integración educativa del alumno ciego o deficiente visual depende
también de la acción conjunta y coordinada de determinados servicios y
agentes externos a la institución escolar:
Los Equipos Específicos de Apoyo.
A) El maestro itinerante
El
modelo actual de integración educativa de alumnos ciegos y deficientes
visuales en España tiene sin duda en el Equipo Específico de Apoyo su
elemento básico más característico y significativo. Vienen a completar
la labor realizada por los Equipos Psicopedagógicos de Orientación
Educativa.
Los equipos específicos, de carácter autonómico,
provincial o comarcal, según los casos, se hallan integrados por
diferentes profesionales, directamente relacionados con el proceso de
integración educativa del alumno ciego o deficiente visual:
psicopedagogos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación
integral, instructores tiflotécnicos y, sobre todo, por maestros
itinerantes.
El Profesor Itinerante, que interviene en la
atención de alumnado con NEE, en centros privados y públicos, en
cualquiera de las etapas o niveles de escolarización obligatoria y no
obligatoria de enseñanza reglada. La frecuencia de atención estará en
función de la etapa de escolarización, mayor en niveles de atención
temprana y educación infantil hasta el menor nivel en la Universidad,
pues se supone que han conseguido un buen nivel de autonomía y
conocimiento de recursos existentes. Respetando el principio de
individualidad, el tipo de atención estará en función de las necesidades
del alumno. Técnico en rehabilitación (programas de autonomía
personal), Instructor tiflotécnico (orientador del material más adecuado
en cada caso y enseñanza de las ayudas técnicas), Animador
socio-cultural, Producción bibliográfica, etc...
De las
actuaciones del maestro itinerante de apoyo a la inclusión escolar hay
que destacar: el asesoramiento a los docentes del aula, la enseñanza de
las técnicas específicas a los alumnos, la adaptación y adecuación de
materiales y la atención a las familias.
a) Con el
asesoramiento se busca promover cambios en el hacer de los equipos
docentes de forma que estos puedan encontrar sus propias respuestas. El
maestro itinerante, por tanto, debe adaptar sus intervenciones a las
características y demandas de la situación educativa –alumno/a, docente,
equipo docente y centro en la que actúa. En general los docentes
demandan del maestro itinerante atención formativa, ya que ellos también
presentan necesidades didácticas ante la situación peculiar que supone
la atención de este alumno dentro del grupo. Muchas veces el apoyo posee
un carácter marcadamente emocional, en cuanto que favorece la
recuperación de la seguridad perdida ante el escenario nuevo que supone
la inclusión de un alumno con discapacidad visual, con nuevos retos
didácticos, organizativos y técnicos.
b) En cuanto a
la intervención directa con el alumno se concreta en la enseñanza de las
técnicas consideradas más específicas y que capacitan al individuo ante
el currículo y desarrollan su autonomía general: escritura y lectura
braille, uso y entrenamiento de las ayudas ópticas, estimulación y
entrenamiento visual, el uso de hardware y de software específico
(tiflotecnología), y el desarrollo de habilidades personales para la
autonomía personal. Es necesario destacar en la educación obligatoria la
necesidad de orientar esta enseñanza del currículo específico desde el
currículo general.
c) Se otorga un gran valor a la
tarea del maestro itinerante en cuanto a la adecuación de los recursos y
la elaboración y adaptación de materiales, con el fin de proveer de
medios que permitan al alumno el acceso al currículo, a la elaboración
de sus producciones y a la construcción del conocimiento. Y al docente,
disponer de los medios para representar la realidad y para la enseñanza.
Sin embargo, la experiencia nos dice que hay que desmitificar una
visión de su intervención centrada en la adaptación. En la medida de lo
posible se debe considerar el hacer útiles las adaptaciones a los demás
alumnos.
d) En la comunicación con la familia es
necesario distinguir los roles de ambos maestros. El maestro itinerante
debe realizar aportaciones en lo más específico para hacer posible la
comprensión de las necesidades, proponiendo las ayudas posibles para
satisfacerlas. Por tanto las reuniones con la familia han de prepararse
conjuntamente.
B) La familia
Los
padres desempeñan un papel relevante en el proceso de integración
educativa del niño ciego y con baja visión. Para ello es indispensable
que éstos acepten de forma realista la deficiencia visual del hijo; en
esta tarea los equipos de atención temprana y de apoyo específicos
desempeñan una importantísima labor. La familia es pieza clave en el
proceso de socialización; es también elemento insustituible para el
fomento de la autonomía personal del hijo, para la aceptación por éste
de su discapacidad y para la adquisición de un autoconcepto positivo. Su
colaboración con el profesor de aula y el profesor itinerante es
igualmente fundamental en el aprendizaje escolar del hijo, reforzando en
el hogar la actividad educativa que aquéllos realizan en la escuela
Algunas Ayudas para la Comunicación,
Como
la utilización de los S.A.C. (Sistemas alternativos de comunicación),
que constituyen un conjunto estructurado de códigos, con soporte físico o
no, a través de los que se pueden llevar a cabo actos de comunicación
funcional, espontánea y generalizable por sí solos o en conjunción con
códigos vocales, o como apoyo parcial. Se utilizarán para incrementar el
número de posibilidades de comunicarse, diferenciando lo que es capaz
de comprender y de expresar.
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